El MIP minimiza el uso de biocidas químicos, reduciendo la exposición a sustancias tóxicas y protegiendo la salud de las personas y los animales.
Al utilizar métodos de control biológicos y físicos, el MIP disminuye la contaminación ambiental y protege los ecosistemas naturales.
El enfoque integrado del MIP asegura un control de plagas más duradero y efectivo, previniendo la reaparición de infestaciones y la resistencia a los pesticidas.
La prevención y el control efectivo de plagas reducen los costos asociados a los daños estructurales y la contaminación de productos, así como los gastos médicos derivados de enfermedades transmitidas por plagas.
El MIP garantiza la protección de alimentos y productos almacenados, evitando su contaminación y asegurando su calidad y seguridad.
Realizamos una inspección detallada para identificar las plagas presentes, su extensión y las condiciones que favorecen su proliferación.
Realizamos un seguimiento continuo para evaluar la eficacia de las medidas implementadas y ajustar el plan según sea necesario. Utilizamos tecnologías avanzadas para el monitoreo preciso de las poblaciones de plagas.
Proporcionamos información y capacitación a nuestros clientes sobre prácticas preventivas y de mantenimiento para minimizar la atracción y el refugio de plagas en el futuro.
Desarrollamos un plan de manejo adaptado a las necesidades específicas del entorno, combinando métodos de control biológicos, físicos, culturales y, cuando sea necesario, químicos.
Aplicamos las estrategias de control seleccionadas, utilizando productos y técnicas seguras y efectivas, como trampas, barreras físicas, depredadores naturales y biopesticidas.
Establecemos un programa de mantenimiento regular que incluye revisiones periódicas y la implementación de medidas preventivas para asegurar que las plagas no regresen, garantizando un ambiente libre de infestaciones a largo plazo.